¡Que pequeño es el mundo!

Siempre hemos leído y escuchado todos los ataques que a nuestra querida bandera y registro abierto le han propinado sin piedad diversas naciones y diversos foros dentro del mundo marítimo internacional.

A capa y espada defendí y sigo defendiendo el término de “registro abierto y soberano” en vez de la despectiva “bandera de conveniencia” que nos achacan países tan desarrollados como la Gran Bretaña, Australia, Estados Unidos, y los miembros de la Unión Europea, por nombrar algunos.

El Reino Unido, hace unos meses aprobó legislación nueva creando incentivos de todo tipo, a la vez que facilitaba y auspiciaba el acceso a la bandera británica de naves provenientes de otros países, principalmente para atraer a las compañías navieras que en cientos operaban en Inglaterra en la década de los 80, pero que huyeron despavoridas debido a un cambio en el régimen tributario y fiscal del país.

Una de las peculiaridades de la forma como operarían las navieras bajo el nuevo sistema recién aprobado en Gran Bretaña, era de pagar un mínimo de impuesto, además de poder contratar a tripulación de otra nacionalidad, siempre y cuando por cada tripulante, se paguen al gobierno una anualidad para contribuir al costo del entrenamiento de nuevos marinos y oficiales británicos.

Hace unos meses contacté personalmente a la ITF (Federación Internacional del Transporte) para preguntarle si ellos habían nominado a la bandera británica como Bandera de Conveniencia, a lo que me contestaron que NO!. – Recordarán que el Secretario General de la ITF, fue quien compró de forma ilícita una licencia panameña y acusó a Panamá hace un par de meses, a través de los medios de comunicación internacionales de vender licencias por cuatro mil dólares a personas sin entrenamiento o títulos marítimos.-.

Hoy al leer el Lloyd’s List, no puedo evitar sonreír, al ver la pelea campal que se ha desatado en la Gran Bretaña. Por una parte, John Prescott, quien en sus días jóvenes fue oficial de marina, y hoy es el “deputy” del Primer Ministro Británico, y por otra parte, Brian Orrell, secretario general del sindicato de oficiales de marina mercante (NUMAST).

Así pues, la furia del Sr. Prescott se debe a las tácticas que está empleando NUMAST para bloquear a las nuevas naves británicas que operen con acuerdos laborales para la tripulación “inaceptables”. Los armadores que están planeando abanderar sus barcos al nuevo y reorganizado registro británico han sido advertidos por el secretario General del sindicato Numast que dichas naves no van a poder comerciar si sus tripulaciones no están debidamente cubiertas con acuerdos laborales satisfactorios.

Todos las naves que no tengan los “aceptados” acuerdos serán clasificados como “bandera de conveniencia” y se le notificará a la ITF y al gobierno británico.

En una declaración a Lloyd’s List El Sr. Orrell de Numast dijo: “Yo prometo que si vienen naves al registro de UK y no tienen acuerdos aceptables, esas naves no podrán comerciar en ningún lugar”

En este año Numast ya ha clasificado como “bandera de conveniencia” a 4 nuevas naves abanderadas en el Reino Unido por la compañía Finnlines y con la tripulación de Latvia. Las naves fueron boicoteadas por el sindicato finlandés, el cual está afiliado a la ITF, hasta que los operadores de las naves en el Reino Unido obtuvieron una “injuction” de una corte británica contra la ITF.

Por su parte, la Agencia Marítima de los Guardacostas (MCA) dice que esos buques y sus acuerdos han sido aprobados por el Gobierno Británico. A consecuencia de lo anterior, el armador está considerando sacar sus naves del registro británico.

Obviamente este es un golpe bajo para los esfuerzos que el partido laborista en el Reino Unido ha hecho para traer a la luz una nueva legislación y así poder darle al registro británico un auge indispensable.

En defensa a su posición, el líder del sindicato afirma que él no desea que el Reino Unido se convierta en un “almacén o deposito” para tonelaje de bandera de conveniencia que busquen un “nombre de calidad y prestigio”. Prosiguió diciendo que a representantes de su sindicato se les ha negado la entrada abordo de naves británicas con tripulación extranjera. Incluso se han encontrado casos donde ciertos contratos laborales especifican que cualquier contacto con el sindicato local o con la Administración británica será motivo de despido. Sin embargo, esta ultima alegación, ya ha sido comunicada a la Agencia Británica de los Guardacostas Marítimos, quienes han procedió a obligar a los armadores a eliminar dicha cláusula.

Es conocido que Numast ha negociado acuerdos de tripulaciones cubriendo personal de otras nacionalidades; contribuyendo a acuerdos bilaterales entre un gran número de sindicatos de países donde proceden la mayoría de la fuerza laboral de marina mercante.

El gobierno británico indicó a Numast que a grandes rasgos simpatizaba con las condiciones mínimas y aceptables y estaba investigando si esto era un incumplimiento a las regulaciones internacionales como la regla 147 de la Organización Internacional del Trabajo. Asimismo, la oficina del “deputy” Primer Ministro Británico ha pedido a la ITF información sobre el caso de FINNLINES

Básicamente, aquí nos encontramos que la mano derecha no deja actuar a la izquierda y viceversa, y que mientras los sindicatos laborales y el gobierno entran en un “dime que te diré”, los armadores no van a arriesgar sus posiciones ni sus actividades comerciales abanderando en una bandera nueva y desconocida para ellos, aunque sea la mismísima Gran Bretaña, ya que aún no se ha comprobado que el nuevo sistema es eficaz y económico.

Es por eso que a este articulo le he titulado Qué pequeño es el mundo.…tanto que hablaron siempre de Panamá y de bandera de conveniencia y ahora ellos y nosotros nos vamos a encontrar en el mismo mundo! Pero quien sabe, a lo mejor reflexionan y deciden llamarse Registro Abierto y Soberano, y allí también como dice la canción británica de la II Guerra Mundial….nos volveremos a encontrar! (We’ll meet again!)


©©María Dixon/ISM Shipping Solutions Ltd. – 2001

Una versión editada de este articulo fue publicada en la sección de Mundo Maritimo de El Universal, Panamá, 09 de mayo de 2001 , con el permiso del autor