Mientras en todas las Administraciones de Marina Mercante la vida sigue, y mientras los armadores tratan de sobrellevar un mercado de fletes bajos y un elevado costo de operaciones, nos encontramos que existe un grupo de países que poco a poco están atentando con la soberanía de muchos registros, escudándose en la seguridad de la navegación y la lucha contra la polución.
Hace unos meses se reunió en Japón un grupo de altos oficiales de distintos países de la industria marítima internacional para asistir a una “cumbre” llamada Conferencia Ministerial de Transporte. A esta cumbre países como Panamá, Bahamas, Liberia, Chipre, Malta, etc NO fueron invitados, ya que la razón primordial de la Conferencia era la de preparar un plan de acción que se llevaría a la OMI con el fin de que fuera aprobado. Este plan de acción consiste en establecer un AUDITO DE ESTADOS BANDERAS.
Y bien, se preguntara el lector, ¿Qué es esto? ¿En que consiste el audito?, Como coloquialmente podríamos decir, esto es “Agárrense que viene curvas”, es decir, que la propuesta consiste en “armar” a un grupo de expertos de otros países y venir, en el caso de Panamá a auditarnos para ver si hacemos las cosas bien. Entrarían por Diablo o Calle 50 con credenciales oficiales y harían un audito de unos 10 días para ver qué hacemos y cómo lo hacemos, algo así como cuando invitamos a alguien a comer a casa y de repente dicen que quieren ir a la cocina a ver como se prepara el tamal, y ver sí la olla está limpia y sí el cocinero lleva delantal y gorro!
En un mundo ideal, el cocinero debería de tener todos los utensilios necesarios y haber pasado por procesos de entrenamiento, y tener un manual o libro de cocina donde especifique paso a paso el procedimiento a seguir. Pasada esta metáfora a nuestra Administración, significa que entrarían a ver no sólo las condiciones en las cuales trabajan nuestros funcionarios, sino también pedirían que le abrieran los libros de registro, información de naves, los detalles, quién es quién, expedientes, documentos, nombres, apellidos, inspecciones, resueltos oficiales, procedimientos y criterios y no pare usted de contar.
Además, de lo anterior, exigirían que sí hay algo que no está como ellos piensan debe estar, se sometería un reporte “anónimo”a todos los países miembros de la OMI especificando las deficiencias y además recomendando como mejorarlas.
Obviamente, las cosas deben hacerse bien, y sería absurdo pensar que nosotros las hacemos bien, porque “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra” pero en el camino se trata de trabajar con lo que se tiene para hacer el mejor trabajo posible.
Durante mis casi 20 años como funcionaria y lidiando con más de diez mil barcos, mi experiencia es un poco extensa, y siempre admiré y admiro como los funcionarios del extinto SECNAVES hoy Dirección de Marina Mercante y la Sección de Naves del Registro Público trabajaban para dar un servicio, un respaldo y un conocimiento único. Pocos funcionarios a nivel mundial en cualquier Administración han demostrado lo que es trabajar con excelencia. Aquí en este país se pueden inscribir naves e hipotecas a cualquier hora del día y de la noche en el Registro Publico, previa petición de cita. Este país se ha distinguido por la flexibilidad en cuanto a como solucionar problemas. En otras Administraciones la ventanilla cierra a las 4 y “Chao Pescao”. Cuántas veces hemos revuelto “Roma con Santiago” para dar servicio y resolver problemas a nuestros usuarios. Es por eso que Panamá tiene fama, de ser flexible y dar servicio. Nuestros abogados maritimistas son ejemplo de excelencia y dedicación.
Obviamente, no quiero echar flores y dejar “el regaño” en el tintero. El peor pecado que podemos cometer es el de “creernos que somos los mejores y echarnos a dormir”. La tecnología ha avanzado, y en cualquier pupitre de Europa o Japón hasta el portero tiene computadora. Los empleados tienen seguridad y estabilidad y son entrenados de acuerdo con las funciones que desempeñan. Existen directrices que se llevan a cabo, y los programas o estrategias se siguen al pie de la letra. Esas estrategias deben ser confeccionadas de forma lógica y real, no podemos vivir en el mundo de “Alicia en el país de las Maravillas”, y decir por ejemplo que para el 2003 todo estará computarizado. Pero si debemos de comprometernos dentro del marco de la estrategia marítima y decir que vamos a llevar un control de lo que tenemos.
En el reciente evento de Panamá Maritime VI se formuló la pregunta de ¿Cuál era la situación de las naves del registro en cuánto al código de ISM tanto en la fase I como en su fase II que entra en funcionamiento en el 2002?. La respuesta nos dejó anonadados: ¡ Eso lo hacen las sociedades clasificadoras!. Y la pregunta que cae de su peso sería: ¿Quién debe llevar el control de las clasificadoras? Acaso ser clasificadora y expedir documentos a nombre de una Administración no significa llevar un control de lo que hacen y reportarlo continuamente al Estado bandera. Durante la misma conferencia, los Estados Unidos dieron una serie de detalles de cómo estaban controlando y actuando al respecto e informaron que de forma preventiva estaban contactando a todos los armadores para “recordarles” que sin los documentos de ISM a partir de la fecha que entra en vigencia, no podrán entrar en puerto sin dichos documentos, y si están en puerto y no los han obtenido, se les obligará a salir del mismo. Son acciones y respuestas como éstas que el equipo de auditoria iría buscando y que nos obliga a reflexionar sí estamos en posición de responder de forma satisfactoria.
La mayoría de los registros que no fueron invitados a la reunión y que han sabido de los planes, están inconformes porque se dan cuenta que es un ataque directo a todos los registros abiertos, sin embargo muchos de ellos por situaciones de política internacional (recordemos que Malta y Chipre están en el proceso de integrarse a la Unión Europea de países) tendrán que aceptar la propuesta. Sí este plan se lleva a cabo, temo que el abecedario va a empezar por la “P” de Panamá, ¡porque nos tienen ganas!
Es muy importante que como todavía que no hay nada en concreto, los sectores panameños que podrían verse afectados a esta propuesta de audito se reunieran localmente y que de una forma concreta y precisa respalden al Capitán Orlando Allard, Embajador de Panamá en la OMI en Londres, para apoyarlo a fin de evitar que el “Network of Quality Registers” se forme, contribuyendo con información y con respuestas que contrarresten los argumentos que se están presentando para respaldar la iniciativa de la formación de este grupo por los países interesados. No es que nos opongamos a los registros de calidad, ni que queramos tapar el sol con una mano. Pero lo que sí debemos evitar es que la soberanía de un registro se vea afectada por que otro registro viene a “auditarnos” y a denunciarnos al resto del mundo.
Lo que sí es seguro, y es que esta iniciativa del Reino Unido, va a contar con apoyo de un gran número de países. Desde aquí hago un llamado al gremio marítimo de Panamá para que se unan y aporten una solución positiva a lo que se nos avecina irremediablemente. Y sobretodo se vayan preparando porque además de esto, también hay indicios que desean quitar la “confidencialidad” de los registros, y obligar a que se “descubra” el propietario auténtico de las naves. Todos tenemos derecho a la confidencialidad y todos tenemos derecho al libre comercio. Es importante también que hagamos un examen de conciencia antes de exigir nuestros derechos y recapacitemos en nuestros deberes como profesionales y como Estado Bandera. Ojalá y estas letras de alerta no queden en saco roto y se trabaje en unidad para lograr que de efectuarse el audito, el mismo arroje un valor positivo para que Panamá no se vea hundida en un desprestigio y salga adelante y demuestre el liderazgo y la posición que ha logrado como Líder Mundial. Perder nuestra posición significaría la pérdida incalculable de divisas para el fisco, la pérdida de puestos de trabajo y la pérdida de un registro amigo para los usuarios que han depositado la confianza desde 1925 en nuestra bandera.
El pasado Panama Maritime VI mostró al mundo una organización y unas pautas importantes. Nuestro registro tiene muchos enemigos que nos acechan, pero con buena voluntad, ganas de trabajar y de superación es fácil combatir al enemigo. No es tarea de una parte del sector solamente, es tarea de todos los que sí nos importa el registro y poseemos la capacidad y la iniciativa para salir adelante. El sector marítimo es la empresa que más aporta al fisco. Démosle la importancia que se merece. Cubramos sus necesidades y sentémonos a cosechar los frutos que nos aporta. Recordemos que “TODOS TRABAJAMOS JUNTOS POR PANAMA”.
© María Dixon – ISM Shipping Solutions Ltd –Año 2002
Una versión editada de este articulo fue publicada en la sección de Mundo Maritimo de El Universal, Panamá, 2 de Septiember 2000,con el permiso del autor.