Hace unos días apareció en el periódico Lloyd’s List de Londres un articulo escrito por el periodista David Osler, donde hace un análisis que lleva a la conclusión de porqué las tarjetas de identificación o carnet de marinos biométricos no son la mejor solución.
Sin embargo, para poder analizar el articulo del periodista británico, se ha hecho una investigación y se han extraído los principales puntos de interés relevantes, para que el lector comprenda de una forma clara y precisa la importancia de este tema, además de dejar claro las responsabilidades y el porqué se decidió crear una Convención que abarcara unos aspectos tan importantes y a su vez potencialmente peligrosos.
Convención C185 de la Organización Internacional del Trabajo
La Organización Internacional del Trabajo mediante su Convención número 185 decidió adoptar una serie de propuestas referentes a un sistema más seguro de identificación de la gente de mar tomando en cuenta los siguientes puntos que numera el texto de la convención:
- La amenaza persistente para la protección de los pasajeros y de la tripulación, para la seguridad de los buques, y para el interés de los Estados y de las personas;
- La índole mundial de la industria del transporte marítimo, y de que los marinos necesitan una protección especial;
- La posibilidad de bajar a tierra es esencial para embarcar a bordo de un buque y desembarcar de él al término del período de servicio acordado;
- La gente de mar trabaja y vive en buques dedicados al comercio internacional, y de que el acceso a las instalaciones en tierra y el permiso para bajar a tierra son elementos decisivos para el bienestar general de la gente de mar;
- Los principios consagrados en el Convenio sobre los documentos de identidad de la gente de mar, 1958, relativos a la agilización de la entrada de la gente de mar en el territorio de los Miembros, cuando la entrada tenga por fin el disfrute de un permiso para bajar a tierra, el tránsito, el reembarco en otro buque, o la repatriación;
Era de esperar que a raíz de esta Convención, todos los países miembros que hubieren ratificado el Convenio tuvieran la responsabilidad de expedir a todos sus nacionales que ejerzan la profesión de marino, y presenten la solicitud correspondiente, un documento de identidad de la gente de mar conforme a lo dispuesto en el artículo 3 de dicho Convenio.
La Convención especifica que el documento de identidad de la gente de mar será sencillo, estará confeccionado con un material resistente, teniendo en cuenta sobretodo las condiciones que pueden reinar en el mar, y que sea legible por medios mecánicos.
Los materiales utilizados en la confección del carnet deberán impedir, en la medida de lo posible, toda alteración o falsificación del documento, y permitir detectar con facilidad toda modificación del mismo, y ser generalmente asequibles para los gobiernos al costo más módico posible, sin menoscabo de la fiabilidad necesaria para alcanzar el propósito.
Sin perjuicio de lo dispuesto, se exigirá, además, que al documento de identidad de la gente de mar se incorpore una plantilla u otra representación biométrica del titular, acorde con las características enunciadas y siempre que se cumplan los requisitos siguientes:
- que los datos biométricos puedan obtenerse sin que ello implique injerencia en la privacidad del titular, molestia, riesgo para su salud, o lesión de su dignidad;
- que los datos biométricos sean visibles en el documento, y no puedan reconstituirse a partir de la plantilla o de otras representaciones;
- que el material necesario para proveer y verificar los datos biométricos sea fácil de utilizar y, en general, asequible para los gobiernos a bajo costo;
- d) que el material necesario para verificar los datos biométricos pueda utilizarse con comodidad y fiabilidad en los puertos y en otros lugares, incluso a bordo de los buques, donde las autoridades competentes suelen proceder a las verificaciones de identidad, y
- que el sistema en el que se hayan de utilizar los datos biométricos (con inclusión del material, las tecnologías y los procedimientos de utilización) permita obtener unos resultados uniformes y fiables en materia de autentificación de la identidad.
Además, la Convención claramente especifica que todos los datos relativos al marino, que consten en el documento de identidad, deberán ser visibles. Los marinos deberán tener fácil acceso a las máquinas o al equipo que les permitan examinar los datos que se refieran a ellos y no puedan leerse a simple vista. Dicho acceso deberá ser facilitado por la autoridad expedidora, o en su nombre.
Investigación de un Periodista Británico.
El periodista David Osler pregunta a través de su articulo, sí realmente las tarjetas de identificación o carnets de marinos biométricos para la tripulación a bordo de los buques de cualquier bandera son el futuro para la protección y seguridad de los marinos.
La convención internacional hace obligatoria las tarjetas de identificación biométricas de un millón doscientos mil marinos existentes en el mundo. Lleva sólo tres meses vigente, Sin embargo, aparentemente hasta el momento sólo cuatro países la han adoptado, y ninguno de esos países tienen mayor trascendencia o aporte a la fuerza marítima laboral mundial. Incluso ninguno de esos cuatro países están expidiendo actualmente dichas identificaciones.
Sólo Liberia, actuando de forma unilateral, nos dice el Sr. Osler, es el único que provee a los marinos de los barcos registrado en Liberia con esas tarjetas.
Una de las razones por las cuales se cuestiona el uso de estas tarjetas es la tecnología a ser usada.
El Sr. Osler explica que recientemente en el Reino Unido se han hechos pruebas extensas de carnets de marinos con huellas dactilares llegando a la conclusión que en uno de cada cinco casos existen dificultades para poder crear una buena base de datos.
Una de las dificultades que aparecieron claramente es que existen marinos con dedos de gran tamaño, callosidades o cicatrices en la yema de los dedos. Mientras que varios expertos consultados informaron que será fácil poder falsificar dichos documentos.
Obviamente, dice el Sr. Osler, estamos en los primeros días, y dictar un veredicto final seria improcedente sin darle la oportunidad a que la tecnología biométrica pruebe lo contrario.
La Convención sobre la identidad de la gente de mar Organización Internacional del Trabajo del 2003 (185) entró en vigencia en Febrero de este año.
A ese entonces, solo Francia, Jordania y Nigeria lo ratificaron.
La oficina de prensa de la Organización Internacional del Trabajo con sede en Ginebra ha informado que además de los tres países citados, solo Hungría se ha adherido a dicha Convención. Sin embargo, se espera que próximamente se sumen a la lista India, Filipinas, Indonesia y Corea.
De acuerdo con información del Sr. Osler, es muy posible que Nigeria sea el primer país que expida los carnets biométricos a finales de este año.
El principal requisito de esta Convención es que los países que lo ratifiquen deben de expedir los carnets de marinos de acuerdo a los estándares para convertir dos huellas digitales en una plantilla “template” biométrica para ser almacenada en un código de barras internacionalmente estandarizado.
El articulo agrega que estos requisitos deben satisfacer una “ interoperabilidad global”, de forma que el código de barras expedido por cada país pueda ser leído en los “scanners” de los demás países.
El Sr. Osler enfatiza que incluso cuando la convención se estaba negociando se escucharon voces de advertencia, citando como ejemplo al Reino Unido que refutaba que era necesario no precipitarse y hacerlo todo de una forma pausada para que fuera completado con éxito. Otra preocupación que se dejó entrever fue la de países sin muchos recursos que mencionaban el costo que esto implicaría, y deseaban tecnologías más económicas.
Es lógico mencionar que la situación de urgencia para introducir los carnets biométricos de forma expedita fueron los horrendos atentados del 11 de Septiembre en USA. Sin embargo, aún y con el carácter de urgencia demostrado, USA no ha ratificado o implementado este nuevo sistema.
Fuentes de la industria han sugerido que los carnets biométricos no son por el momento una prioridad para USA.
Sin embargo, el Sr. Osler en su artículo dice que es difícil encontrar información sobre este tema. Hemos de recordar que fue el Sr. Osler, quien reportara hace unos años en el Lloyd’s List el caso de la compra ilegal del Certificado de capitán panameño del británico David Cockcroft, Secretario General del Sindicato Internacional de Trabajadores del Mar (ITF).
Una de las pruebas pilotos hechas para comprobar la eficiencia de este nuevo sistema fue a bordo de la nave Cristal Harmony de la compañía Crystal Cruises. Se aplicó por un periodo de seis semanas con 126 miembros de la tripulación voluntarios. Entre los voluntarios había hombres y mujeres de 30 países diferentes, de edades de todos los grupos y con variadas tareas a bordo.
Dos de los siete sistemas que se probaron arrojaron fallas de 1% o menos en ambos falso positivo y falso negativo. En la superficie, este ejercicio aparece con un éxito del 99%.
Sin embargo, de acuerdo con especialistas de la materia, esto no es tan simple. La profesora Angela Sasse del University College London, y una experta en materia de biométricos dice que en primer lugar se debe de hacer una distinción entre éxito en la verificación y éxito en registrar a las personas en la base de datos. Es después, de acuerdo con la profesora Sasse, donde la dificultad es mayor, comparando esto a unas pruebas recientes en el Reino Unido, donde se están haciendo intentos para introducir cedulas de identidad a los británicos. Los resultados que arrojaron las pruebas a 2,000 personas con un perfil común de la población y 750 personas discapacitadas era la mejor muestra a usarse.
Es bueno aclarar al lector que en el Reino Unido NO existe la cédula de identidad. El ciudadano británico no tiene, ni ha tenido jamás un documento de identidad en el territorio, sólo el Pasaporte es el documento que se expide y sirve para salir fuera del país. Si existen las licencias de conducir, y es recientemente que se están expidiendo con foto.
En las pruebas del Reino Unido, se encontraron dificultades al intentar registrar al 19% de los participantes en el perfil común y el 20% de la muestra de los participantes discapacitados.
De acuerdo con el reporte, las personas que presentaban dedos gordos tenían una desventaja, ya que algunos scanners eran demasiado pequeños, o la superficie de lectura era demasiada pequeña para poder hacer la lectura.
También se presentaron dificultades en la lectura de las personas con dedos con cicatrices o callosidades. La gente de piel morena y aquellos de más de 60 años de edad son los grupos con mayor dificultad para la lectura en los scaners.
La profesora Sasse dijo que como la población laboral marítima es predominantemente joven o de edad media, algunos de estos problemas serán obviados. Pero muchos marinos y oficiales hacen trabajos manuales lo que indica la presencia de callos en los dedos y esto puede presentarse como una dificultad.
La ITF, el sindicato internacional de los trabajadores del mar soporta el esquema de la Organización Internacional del Trabajo (OIT/ILO) e insiste que no hay comparaciones ya que el Reino Unido usa diferente tecnología.
Los reportes de la OIT ofrecen un 99% de fiabilidad y usa plantillas biométricas de las yemas de los dedos en una barra de códigos, mientras que el Reino Unido incluye además el reconocimiento facial de la persona.
Es una tecnología nueva y sin usar, mientras que la OIT usa una tecnología más madura que ha sido probada y esta fácilmente disponible.
Por su parte la profesora Sasse indica que las pruebas hechas solamente a bordo de una nave y con tan poca gente es insuficiente para poder sacar conclusiones, manteniendo que el sistema de huellas dactilares tiende a ser falible si se posee la tecnología correcta, y esto no es tecnología más allá del criminal o terrorista corriente.
Por ejemplo, agrega la profesora, es muy fácil y simple hacer un molde de gelatina de una yema de un dedo, pasarlo a silicona y ponerlo sobre la yema de otro dedo, y si hablamos de una forma más brutal, los dedos se pueden cortar. Algunos equipos que hay disponibles verifican junto a la huella dactilar el pulso, pero este tipo de equipo ofrece una tasa de rechazo muy alta.
El Sr. Osler, continua en su articulo entrevistando a un oficial de una bandera estado que deseó mantenerse anónimo y es un experto en sistemas biométricos de la gente de mar.
Este experto es de la opinión de que el esquema de la OIT es un poco más que un mal chiste. Ya que, para comenzar, explica, la Convención se empujó antes de que la Organización Internacional de Estándares publicara oficialmente unas especificaciones sobre identificaciones biométricas. Añadiendo que se han dado muchas concesiones a países en desarrollo basándose en los costos y en las peticiones de los sindicatos de los marinos, que basados en la libertad civil insistían que la información en los carnets se mantuviera al mínimo, citando como ejemplo la dificultad de distinguir a dos marinos con los mismos nombres y nacidos en la misma ciudad o población. El experto, agrega que en la actualidad hay una gran cantidad de documentos y carnets de marinos falsificados, lo que significa, que se están añadiendo nuevas reglas cuando las actuales no se respetan.
El experto continúa su crítica afirmando que el fraude es patéticamente fácil. Los marinos dejan sus huellas dactilares por todos lados, incluso cuando se toman una lata de soda. Solo se necesita un pedazo de “tape” para levantar la huella dactilar. Quizás la peor ironía es que los especializados en cometer fraudes podrían incluso robar las huellas del carnet biométrico.
Como resultado de todo esto, indica el oficial al periodista durante la entrevista, el Reino Unido está tomando una línea de precaución, según como lo indicó un vocero del Departamento de Transporte británico. El Reino Unido, prosigue el entrevistado, en teoría no tiene objeción del uso de las identificaciones biométricas, y ya están en uso en una serie de puertos británicos, sin embargo es una tecnología que se encuentra en la infancia, nosotros preferimos ver más pruebas y tests y sus evaluaciones antes de comprometernos de lleno en cualquier esquema a escala nacional.
Conclusión
El lector habrá tenido ya la oportunidad de leer no sólo los objetivos con los cuales se crea la convención, sino todas las críticas que recoge el artículo del Sr. Osler durante sus entrevistas. Contacté al Sr. Osler en Londres para preguntarle su conclusión al respecto e informarle que estaba preparando este articulo, a lo que me respondió que actualmente se seguían haciendo pruebas del sistema y que habría que esperar los resultados, pero que definitivamente uno de los factores importantes era que se deseaba un bajo costo, y en esta tecnología el costo no puede ser tan irreal.
© María Dixon – ISM Shipping Solutions Ltd – Año 2005