Efectivo a partir del 1ro de enero de 2010, la Organización Marítima Internacional (OMI) aprobó en junio de 2008, el nuevo Código de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos mediante una enmienda al Capitulo XI 1 de SOLAS, donde la parte I y II del Código es obligatoria y la Parte III del Código contiene las directrices y el material del Código.
El Código está diseñado para facilitar las investigaciones marítimas de Seguridad de una forma objetiva para el beneficio de los Estados Banderas, los Estados Costeros, la Organización y la industria marítima en general.
Este código Ie da una nueva dimensión a las investigaciones que las Administraciones deben llevar a Cabo. Se trata de creare inculcar una nueva cultura donde las investigaciones de accidentes e incidentes marítimos se hacen obligatorias y los hallazgos que arrojen dichas investigaciones se hagan públicos para que las lecciones Sean aprendidas y así evitar que los accidentes se repitan creando perdidas innecesarias de vida humanas, se evite contaminación del medio ambiente y se proteja la propiedad. El Código insta a aplicar metodologías consistentes para descubrir los factores que causaron los accidentes investigados, incorporando una serie de prácticas y promoviendo la cooperación entre Administraciones en materia de investigación de accidentes marítimos.
Investigación de Accidentes Marinos en el siglo 21, fue el titulo de la presentación hecha por el Sr. Les Chapman, Jefe de Operaciones de la compañía inglesa RTI Ltd, especializada en investigaciones de accidentes y Consultorías de ingeniería forense, quien visitó a nuestro país para participar en el “Command Seminar” de Panamá organizado por el Nautical Institute.
Durante los Últimos 20 años la manera en cómo se manejaba y operaban los buques ha cambiado drásticamente, desde la forma en cómo entendemos el factor humano y los sistemas de gestión, los avances tecnológicos hasta la proliferación de las “cajas negras” marítimas entre otros. Por lo tanto es difícil apreciar cuántos accidentes e incidentes pueden ser adecuadamente investigados y analizados Sin la apreciación total de todos los factores mencionados.
Según el Sr. Chapman, el tamaño de los buques sigue creciendo especialmente en Ia industria de los cruceros y la continua disminución del número de marinos y oficiales disponibles afectan Ia competencia de las operaciones de los buques, el potencial de los desastres se incrementa a diario y por lo tanto, ¿se podrían estar formando tormentas en el horizonte de la industria marítima?
El gran mito del siglo 20 es que el 70-80% de los accidentes son debido a un error humano, sin embargo el Sr Chapman afirma que es importante observar el medio local. Según Dekker en 2002 “eI Error Humano no es la conclusión de una investigación sino el comienzo”, esto puede significar que en el Siglo 21 debemos de actuar más adecuadamente.
Por lo tanto, partiendo de lo anterior, podríamos formular dos preguntas, ¿Porqué los accidentes pasan? y ¿Por qué queremos saber las razones? Es preciso contestar a la segunda pregunta para entonces ofrecer una respuesta con un Significado lógico a la primera pregunta.
Cuando un abogado o una compañía aseguradora quiere conocer la razón porqué ocurren los accidentes Se mueven por circunstancias y motivos diferentes a los de oficinas de seguridad, Estados Bandera y otros organismos interesados en la prevención de accidentes. Los dos primeros buscan al culpable para recobrar cualquier daño financiero producido; los otros buscan el lado de “lección aprendida” para asegurarse que un accidente no se repita con consecuencias drásticas que incluya incluso la pérdida de vidas.
Las estadísticas que Se generaron durante la década de los 80 y de los 90 arrojaron lo que comúnmente se toma como el mito de que el 70% u 80% o incluso el 90% de los accidentes marítimos son el resultado de un “error humano” basándose Simplemente en las respuestas recibidas a las preguntas que los abogados y las aseguradoras formulaban. Dichas respuestas adecuadas para sus propósitos — sin embargo, frecuentemente no eran adecuadas ni apropiadas para las otras partes interesadas.
Según el Sr. Chapman, muy pocas compañías tienen la experiencia o el conocimiento necesario para llevar a cabo su propia investigación interna de accidentes y llegar a la raíz de la causa y poder analizarla, principalmente cuando se trata de un accidente grave. Aunque el Sr Chapman enfatiza que ha visto alguna investigación interna muy útil, aunque lamentablemente y por regla general, estas investigaciones internas no se harán públicas y la lección a aprenderse se perderá olvidada en un archivador oscuro en vez de beneficiar a la industria.
Solamente preguntado “¿Porqué?” es posible llegar al punto donde realmente entenderemos la causa del incidente y nos permitirá implementar una acción correctiva para prevenir la recurrencia del mismo accidente. Usualmente estas causales involucran uno o más factores humanos arrojando resultados sorpresivos.
Ante la interrogante de si la forma tradicional en la investigación de los accidentes es la adecuada, el Sr. Chapman indica que es difícil asegurar si esta forma tradicional es la adecuada, partiendo dela base de que se cree que menos de la mitad de los accidentes e incidentes sometidos a investigación son reportados a la OMI por las Administraciones. Es importante señalar que la OMI pone a disposición del público a través del ‘Global Integrated Shipping Information System’ (GISIS) en su página web, dichos informes y realmente estos no son extremadamente detallados, por lo tanto, es muy difícil llegar a identificar la causa por la cual ocurren los accidentes.
El Sr. Chapman expresó en su presentación en el Command Seminar que otro de los factores por los cuales no se procede a señalar las causas de un accidente es que dichas causas pueden comprometer a una compañía y ser prejudicial a la hora de esclarecer culpas o preparar una defensa en el caso de un proceso legal. Por lo tanto, son los mismos abogados los que recomiendan no llevar a cabo dicha investigación para evitar conflictos.
La forma tradicional de revisar documentos y records, tomar medidas y declaraciones, establecer que sucedió o de quien es la culpa.
Todo esto se hace para buscar un culpable que sea responsable ante un contrato de seguro, o carga de flete entre los propietarios de la Carga, las compañías aseguradoras. Responsabilidad de la tripulación o de los pasajeros en caso de accidentes en personas naturales, en fin, todo esto muestra una larga sucesión de hechos, accidentes, accidentados, culpables, o a quien echar la culpa. Todo lo anterior explicará QUE sucedió, sin embargo nunca se explicará PORQUE pasó. Y es aquí donde es necesario que todas las lecciones aprendidas en detalle nos ayuden a prevenir nuevos accidentes Similares. La única forma de averiguar porque sucedió un accidente en particular es analizando en forma detallada a través del método analítico y explorando todas las múltiples causas que interactúan en una ocasión en particular en un lugar en particular en un momento en particular.
En cuanto al factor “costo” en las investigaciones, indicó que ya existen en el mercado pólizas de seguros que permiten a los Estados Banderas contratar un plan para reducir los altos Costos de investigaciones, sobretodo, en caso de grandes desastres, donde las investigaciones se vuelven muy costosas debido a la complejidad y a la necesidad de usar tecnología para poder recoger todas las evidencias disponibles. En su mensaje el SR. Chapman aconsejó no perder ni las habilidades, ni las técnicas tradicionales, ni la experiencia del pasado para identificar los recursos que contribuyen a elaborar un análisis de raíz de un accidente marítimo, sin perder de vista las lecciones que la nueva tecnología pueda aportar.
De hecho, si analizamos que las industrias aeronáutica, nuclear y de alto riesgo hace más de 30 años se encontraban en el punto de partida que la industria marítima se encuentra actualmente, y durante ese periodo han aprendido muchas lecciones muy útiles para evitar la repetición de desastres. La industria marítima, Según el Sr. Chapman, no necesita de “reinventar” de nuevo la rueda, sino que exhorta a la industria marítima a que aprenda las lecciones de la industria aeronáutica en cuanto a sus grandes adelantos en la ciencia forenses y la metodología en la investigación de accidentes y a su análisis para asegurarse de una industria marítima más segura.
Para concluir el Sr. Chapman asegura que Si con las lecciones aprendidas se pueden evitar accidentes en el futuro, entonces todos y cada uno de nosotros será un ganador!
Ciudad de Panamá, Septiembre 2008
© María Dixon/ISM Shipping Solutions Ltd. – 2008
publicada en Panorama Marítimo y Aéreo, Panama con el permiso del autor en Octubre 2008