¿Qué nos depara el futuro?

Durante el año 2000, mi debut en este periódico fue con una serie que hablaba de los diferentes registros que existían y de sus tarifas y mecanismos para atraer naves y armadores. Recordemos que la flota mundial de marina mercante, estaba dividida en registros nacionales y abiertos.

Así mismo nos encontrábamos que una gran mayoría de armadores que por motivos principalmente económicos abanderaban sus barcos a principios de siglo en Panamá o Liberia, el resto de los armadores mantenían compromisos políticos con sus respectivos gobiernos que les conllevaba a abanderar sus naves bajo la bandera nacional.

Sin embargo, el panorama empezó a cambiar, la opción de Panamá o Liberia, quienes tenían un mercado cautivo y asegurado, se vio amenazada por el surgimiento de otras banderas.

Bahamas por ejemplo, cuyo registro estaba bajo la dirección del Capitán Morris en Londres, y quien al dejar Bahamas, fue contratado por el registro de Barbados para crear un registro con demasiada similitud al de Bahamas.

Honduras quien tradicionalmente había sido uno de los países mas tempraneros en abanderamiento, reorganiza su registro, y comienza nuevamente a mercadear sus beneficios y atributos.

A la lista se sumaron países como Cyprus, Malta, Hong Kong, Singapur, Cambodia, Belize, St. Vicent & the Grenadines,etc.

Como verán todo un gran arco iris de colores formados por las distintas banderas adornaban los cielos y los puertos del mundo. Los países nacionales, con estrictos regímenes tributarios empezaron a entreabrir puertas, apareciendo el NIS, la Isle of Man, Madeira, Canarias, etc.

La competencia se hace feroz, la guerra “entre” los registros no se limita a ofrecer mejores servicios o mejores precios, incluso aparece un “divorcio registral” como el caso de Liberia y las Islas Marshall.

Pero, ¿Qué más nos trajo el 2000?

El ultimo año del siglo pasado nos trajo nuevos registros, entre ellos el de Bolivia, el cual obtuvo una buena aceptación en la prensa internacional.

En materia de registros nacionales, Dinamarca, cerro el año con una mini-crisis.

Pero quizás el gran protagonista europeo en esta serie fue el Reino Unido. Los titulares de la prensa especializada solo hablaba del “UK Tonnage Tax”, se especulaba de cuanto beneficio iba a causar a este país que ha visto vertiginosamente descender su flota a una decena de buques, se hablaba de millones y millones de Libras Esterlinas que se inyectarían a la economía, y después de varias deliberaciones y que pasaban de una comisión a otra y de un escritorio a otro en el Parlamento inglés, al fin salió a la luz .

Pues bien, ya podemos decir que el Reino Unido también en el 2000 vio renacer a su nuevo registro. Una cantidad de navieros y armadores internacionales de gran fama han optado por unirse al nuevo esquema, que no es nada más ni nada menos que una reducción o ajuste en los impuestos que pagan las compañías por operar, a diferencia del sistema panameño, donde el armador paga según el tonelaje de su barco, en el sistema británico el costo es mínimo, pero claro abanderar un barco en el Reino Unido costaba muy poco, lo que costaba era la tripulación británica que debían de tener a bordo y a unos sueldos que le impedían al armador poder competir en un mercado donde los fletes estaban por el suelo.

La compañía P & O tiene en su plan de negocio abanderar 50 barcos en el nuevo registro Británico, y el gigante danés, la compañía AP Moller, hace unos días, también expreso su intención de abanderar 20 de sus barcos.

Sin embargo Europa no es la única en marcar nuevas pautas, Venezuela, el gigante petrolero también está duramente trabajando en una nueva legislación para impulsar la Marina Mercante del país.

El sistema tributario no será basado en el tonelaje de la nave, sino en el precio de la misma, y su valor se podrá deducir de los impuestos anuales que la compañía, que debe de operar desde Venezuela, pagará anualmente al fisco Venezolano, sin dejar de mencionar dos puntos muy importantes, el primero es que Venezuela puede darse el lujo de ofrecer un descuento en el combustible a las naves venezolanas, y segundo, que la nueva política del país es impulsar su industria naviera solicitando que el capitán y el 50 por ciento de la tripulación sea Venezolana. Se especula que dentro de muy poco todos los buques que sean fletados por PDVSA (Petróleos de Venezuela) para transportar el petróleo Venezolano sean barcos de bandera Venezolana.

Así pues, el ultimo año del siglo ofreció nuevas opciones y aunque las proyecciones futuras indican que Panamá, líder actual de la flota mundial, se mantendrá por el momento en su liderazgo, nunca falta quien diga que ese liderazgo será solo hasta que los armadores coloquen sobre la mesa del escritorio todas las diferentes opciones a estudiar. Pero como siempre suele suceder, al final el factor económico será el que indique la opción más conveniente al armador.


©©María Dixon/ISM Shipping Solutions Ltd. – 2001

Una versión corregida de esto fue publicada en la sección de Mundo Marítimo del El universal, Panamá, 17 de enero de 2001,con el permiso del autor